por María Florencia Llanos
Está visto que muchos actores de la vida social miran las Letras y las Artes con recelo. Es lógico: nada mueve tanto las estanterías, nada sacude tanto el pensar como la palabra que va más allá de lo evidente y esto es, sin duda, el hacer fundamental de la palabra frente al acontecer del mundo. La pregunta “¿Qué hacer en las escuelas durante el Mundial de Fútbol y en qué medida es necesario que esta competencia ingrese a las aulas y a las propuestas de enseñanza?” acucia a docentes de todas las disciplinas y expondré aquí un proyecto de excelencia que se está llevando a cabo en el colegio Don Orione cuyo título es “¿La fiesta de todos? El mundial de fútbol de 1978 y la Dictadura Militar”, dirigido por la bibliotecaria Marisa Diez, a cuarenta años del mundial ’78.
Desde el 78
Se comenzó con un marco de investigación bibliográfica de documentos en soporte escrito y electrónico de diarios, revistas, libros y documentales. Los destinatarios fueron los estudiantes y se enfocó en el conocimiento del proceso del Mundial ´78 (selección de sedes, estadios, personajes destacados, anécdotas) poniendo énfasis en los partidos desarrollados en la ciudad de Mar del Plata, la concientización de la situación sociopolítica durante ese período, tanto en la Argentina como en otros países, la postura de los medios de comunicación internacionales y nacionales, el análisis y debate sobre los objetos representativos del Mundial (logo, mascota, afiches, canción oficial), entre otros.
La recuperación de ese pasado se construyó a través del análisis comparativo entre las canciones recientes del mundial de fútbol con la del ´78, junto con las ceremonias inaugurales que contrastan entre las diversas épocas.
También se apeló a la memoria por medio de la información proporcionada por los medios de comunicación expuesta con soportes materiales de impacto visual, como lo visto en la televisión en aquel momento, donde mientras la Argentina apelaba al pueblo lanzando la campaña “Defienda su Argentina”, Francia denunciaba los secuestros y desapariciones sucedidos aquí con afiches denuncialistas: “Non! A la Coupe Du Monde ’78”.
Material didáctico genuino
Conjuntamente, se exhibieron diversos textos literarios (Diminuto y el gol de oro, de Liliana Cinetto, Quiero ser réferi, de Fernando Sánchez, Pupi quiere ser futbolista, de María Menéndez-Pote, entre otros), revistas y libros relacionados con el fútbol y, específicamente, con el mundial del ´78 como, por ejemplo, el “Libro de oro”. Se repartió a cada alumno la letra impresa de la “Marcha oficial del mundial ´78”, interpretada por la Banda Sinfónica de Buenos Aires, acompañada con la música que se asemejaba a una marcha militar, a tono con la lírica castrense que lo componía: “luchar”, “triunfar”, “competencia hasta el final”, “honor”, “victoria”, “derrota”, entre otros vocablos. Se comparó, con la participación activa de los alumnos, esta canción con las actuales del mundial de Rusia.
También se confrontaron las diversas presentaciones de las respectivas inauguraciones, a través de fuentes periodísticas (fotos e imágenes). Se informó que en Argentina se realizó una presentación de jóvenes gimnastas los cuales formaron el logo de la copa del mundo, y los alumnos refirieron la de Rusia.
Siguiendo con la jornada, se vinculó el tema del fútbol con la literatura, aludiendo a la resistencia de esta frente al deporte, en la década del ´60, y cómo, paulatinamente, los relatos futboleros fueron posicionándose a través de diversos autores como Roberto Fontanarrosa, Eduardo Sacheri, Alejandro Dolina, entre otros autores destacados.
Finalmente, se leyó el cuento “Estadio Azteca”, de Marcelo Birmajer, que narra la historia del mundial ´86, en México, más precisamente ese famoso partido de “la mano de Dios”, donde Diego Maradona resuelve ese gol tan polémico. Allí se relata la llegada al arco entrelazando la mitología y cultura azteca combinada con el fervor del hincha argentino. Terminada la lectura, los alumnos pudieron acercarse a la exposición bibliográfica y observar todos los textos y se les entregó una copia del cuento “Memorias de un wing derecho”, de Roberto Fontanarrosa.
Aquel “derechos y manos”
Así, se desplegó el tema de cómo se utilizó esta competencia para el ocultamiento de la desaparición de personas, de cómo se informaba en Argentina (los argentinos somos derechos y humanos) y, de manera divergente, cómo se informaba en el exterior. En la biblioteca se hizo mucho más que guardar libros: se dio un marco significativo para pensar nuestro pasado desde la Historia, la Literatura y repensar nuestro presente como ciudadanos todos, los estudiantes, los docentes y sus instituciones laborales.
(*): Profesora en Letras, Universidad Nacional de Mar del Plata.